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Por el 20 julio 2022
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El francés Ugo Humbert se impone al británico Jubb tras dos horas y media de tenis de alto voltaje

Ugo Humbert y Paul Jubb han deparado un partido para el recuerdo. El nivel que ambos contendientes han ofrecido en una pista central abarrotada quedará para el historia junto a otros partidos que, años después, se siguen rememorando en el Open Ciudad de Pozoblanco. El encuentro acabaría decantándose para Humbert, pero bien pudo haber caído para cualquiera de las dos partes. El 105 a 103 puntos, a favor de Jubb, con el que acabó la contienda da una idea de lo igualada que estuvo.

En uno de los grandes duelos de octavos de final, el tenista con mejor palmarés reciente del torneo, Ugo Humbert, se cruzaba con otro de los jóvenes tenistas que están llamando a la puerta de los grandes torneos y que, como demostró en Wimbledon ante Nick Kyrgios, tiene tenis para hacerlo.

El partido no defraudó y acabó resolviéndose en el ‘tie break’ del tercer set, algo que no se preveía después de ver un primer set en el que, pese al resultado (7-5), Humbert había llevado siempre la iniciativa. El tenista galo dominó, contó con hasta cuatro opciones de ruptura en el tercer y quinto juegos, y apenas pasó apuros con su saque. Jubb resistía como podía, jugando mucho con segundos servicios y mostrando una tranquilidad impropia de su edad. Al final, el esperado ‘break’ acabó llegando en el duodécimo juego y, con él, el set favorable para el tercer cabeza de serie.

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Jubb no sólo no se vino abajo sino que reaccionó llevándose el primer juego, al resto, en la segunda manga. Una ventaja que no sólo mantuvo, pese a las tres opciones de ‘break’ de su rival, sino que acabó consolidando con una nueva ruptura que abocaba el partido al tercer set.

La tercera manga fue de un nivel altísimo, con ambos tenistas muy metidos y seguros con su saque, y en el que Humbert tuvo que tirar de experiencia para salir indemne. Hasta en dos ocasiones estuvo contra las cuerdas con su servicio. En especial, cuando el marcador señalaba un 4-4 y a Jubb se le veía muy crecido, pero al francés se le vio especialmente intenso en los intercambios y logró sacarlas andelante.

El británico, por su parte, apenas sufría con su saque, amparado en primeros que a veces lograba meter por encima de los 210 kilómetros por hora. Y eso, en altura, es letal. Sin embargo, justo eso, el servicio, fue lo que le hizo falta en el ‘tie break’. La igualdad les llevó a ese desenlace, en el que Humbert empezó mandando y acabó consolidando una importante ventaja gracias a dos dobles falta de su rival, que ya no desperdiriaría. Al final, 7-5, 2-6 y 7-6(4) en dos horas y 35 minutos de juego.